jueves, 29 de junio de 2017

MacMan • Amenaza Global • Capítulo 6

Todo parece perdido en MalosAires. Mas precisamente en el Cuartel General Ultra Secreto de la Organización Internacional Medio Gubernamental de Super Héroes, (CGUSOIMGSH), situada en la Capital Pederal, dónde MacMan y Bobin se encuentran haciéndose miles de preguntas y quemándose las neuronas, tratando de hallar la forma de continuar su investigación tras su última y bochornosa actuación.






¿Quién estará detrás de todo esto? Ya nos lo preguntamos en cada episodio...

¿Qué querrá ganar el responsable con todo esto? ¿Por qué lo haré? Ni idea, pero viene de la mano de la pregunta anterior....

¿Hallarán nuestros héroes una la solución a este conflicto? ¿se hará muy largo todo esto? Sólo el tiempo y el rating lo dirán....

Todos estos interrogantes y muchos más se hacen los justicieros enmascarados mientras recorren los extensos pasillos del monstruoso complejo que la entidad justiciera internacional CGUSOIMGSH esconde celosamente sobre la avenida 8 de julio, esquina Cayao.

Al llegar a la oficina que el organismo le confirió a este equipo para estudiar el caso, ambos comienzan una exhaustiva tarea de recopilar datos e información pertinente para decidir como proseguir.

Una vez analizadas las evidencias, tras debatir profundamente distintas hipótesis y teorías, y llegando siempre a la conclusión de que no contaban más que con simples conjeturas, Bobin sugiere un muy probable camino por la cual continuar investigando, partiendo de una premisa interesante.

Dados los inexplicables acontecimientos que experimentaron mientras recorrían aquella tétrica construcción en busca del ordenador, ambos deducen que alguien contaba de antemano con la aparición de los héroes, y hasta se atreven a afirmar que el escenario fue minuciosamente elaborado para ridiculizar al dúo. Posiblemente, un acto de venganza para con ellos, o mismo contra el organismo internacional secreto, cuyas oficinas se encuentran sobre la citada esquina de la Capital MalosAirense, justo arriba del local de comidas rápidas más conocido del mundo.

De esta forma, comienza un análisis de anteriores cruces con criminales por parte de los miembros del equipo.

La trayectoria de Bobin como justiciero es claramente más larga y extensa. En su camino, este enmascarado se enfrentó a miles de extravagantes supervillanos con intereses afines:

Dominar MalosAires, atracar importantes y multimillonarias entidades financieras, derrocar gobiernos o lavar incontables sumas de dinero.

Detrás de cada caso, siempre se pudo encontrar mentes criminales crueles y desalmadas: Mafiosos, Dealers, Bandas criminales, estafadores, abogados, políticos y trapitos.

Afortunadamente, muchas de aquellas mentes criminales habían sido capturadas y encarceladas por el mismísimo héroe.

Así mismo, si bien su rubio compañero de misión lleva menos tiempo sirviendo a la gente, cuenta de todos modos con una considerable lista de enemigos que podrían estar detrás de este escandaloso y preocupante cataclismo.

Tras realizar un breve repaso por los supervillanos más importantes capturados por cada uno, ambos se dedicar a efectuar un profundo y exhaustivo análisis del registro de enemigos que cada uno posee, evaluando, cerciorando y confirmando el estado de cada uno de ellos, para reducir así el número de probables sospechosos. Efectivamente, el listado se reduce automáticamente en un 60%.




De todos modos, la cantidad de enemigos potencialmente sospechosos que se encuentran libres sigue siendo alto, y el tiempo disponible no es el suficiente como para capturarlos a todos.

Es por esto que Bobin se plantea la opción de, con la ayuda del departamento de estadísticas y probabilidades de MalosAires, y en conjunto con la división de archi-criminología, si es que existe dicho departamento, estudiar el listado de villanos y reducirla a los diez más posibles sospechosos, y elaborar un mapa con sus últimas ubicaciones conocidas, con una aproximación y cálculo de sus posibles locaciones actuales.

A medida que Bobin va ideando y dando forma a dicha posibilidad, nota que su compañero se encuentra algo disperso, como si no estuviese del todo enfocado en el caso. Esto le parece un tanto extraño, dado que, durante las últimas horas, había demostrado un altísimo nivel de concentración.

Al comentarle esta preocupación a su rubio compañero, éste le da a entender que se encontraba abstraído elaborando un torbellino de ideas.

El método es avalado y aceptado por el morocho enmascarado, quien decide participar. Sin embargo, el proceso se hace muy corto, y los resultados no se hacen esperar, demostrando una vez más el prometedor futuro de MacMan en su nueva carrera como superhéroe, cuando éste se sienta frente a la computadora, e idea instantáneamente una brillante resolución. Entusiasmado y esperanzado, Bobin le brinda su basta y necesaria experiencia para terminar de darle forma al plan.

¿Cómo habrán decidido retomar el caso?

¿Lograran resolverlo a tiempo?

¿Dónde quedaran las citadas oficinas?

¿Cómo harán para entrar y salir los días de cortes y embotellamientos?

Encontrá aquí las respuestas a estos y muchos más interrogantes… o no...






#MacManOficial

miércoles, 28 de junio de 2017

MacMan • Amenaza Global • Capítulo 5


En el desolado paraje en el que se encuentran siguiendo la única pista que podría llevarlos a resolver la misteriosa crisis global que amenaza al planeta, un estremecedor silencio alimenta el estrés y los nervios del disfuncional dúo justiciero.




Si bien el lugar parece estar completamente desierto, con una suave y fría brisa encargándose de sonorizar la escena, aquella abandonada y venida abajo construcción parece emitir sus propios sonidos. Sonidos tétricos y escalofriantes que parecen darle vida a los desrevocados muros y desvencijadas aberturas para terminar de enturbiar el panorama.

Bobin es en esta oportunidad quien lidera la investigación, avanzando con extremo silencio e indispensable cautela, por un chirriante pasillo de madera. A lo largo del mismo, una serie de putrefactas y enmohecidas puertas se encargan de completar el cuadro con abandono y desidia. Detrás de alguna de aquellas entradas debe encontrarse el responsable de robar el sospechoso ordenador, y quien sabe que misterios y peligros encerrará el resto de ellas.

Avanzando sigilosa y prudencialmente, aunque de forma precariamente animada, se acercan a la primera puerta, tras la cual Bobin logra oír unos extraños, perturbadores e inquietantes ruidos.

Con una vasta experiencia lograda a lo largo de años de servicio, Bobin logra en cuestión de segundos acordar con su compañero la forma de proceder ante una eminente y peligrosa confrontación. No obstante, dicha experiencia sumada a su aguda intuición, le aconsejan reevaluar el procedimiento estipulado, de forma tal de asegurar óptimos resultados. De esta manera, poniendo en riesgo su propia vida, el enmascarado de traje morado decide apartar a Macman de una posible línea de fuego enemigo y encargarse él mismo de tirar abajo la puerta que posiblemente lo separa del enemigo.

A pesar de sus desarrollados nervios de acero, el morocho miembro del equipo debe tomarse un instante para suspirar profundamente, e inmediatamente después desploma la destartalada puerta de una fuerte patada. La misma golpea fuertemente el piso levantando una espesa nube de polvo que nubla la vista, la cual se va disipando lentamente mientras que un intenso suspenso predomina en el ambiente. Al aclararse el aire, el culpable de tal polvareda se topa con la imprevisible sorpresa de que aquellos misteriosos ruidos eran provocados por una simple y ordinaria gallina que libremente deambulaba por la habitación. Semejante desconcierto termina desmoralizando al héroe. 

El embarazoso episodio no pasa desapercibido por el rubio enmascarado, quien con respeto y profesionalidad, y con la única intención de apaciguar el malhumor de su compañero, deja escapar una sutil sonrisa, y con motivadoras palabras de aliento, intenta devolverle a Bobin su ánimo y la voluntad para continuar con la investigación. A pesar de su esfuerzo, Macman nota que el ánimo de su compañero no se recupera del todo tras la bochornosa actuación, y calcula por esto que su desempeño podría verse afectado. Frente a tal dilema, decide tomar las riendas y hacerse cargo de abrir la siguiente puerta en busca del ordenador secuestrado, para así darle el tiempo necesario a su compañero para recuperar su determinación.

Atravesando el siniestro corredor, entre el macabro silencio y el incuestionable abandono, Macman se imagina que el usar un proceso similar al que había utilizado Bobin para derrumbar la puerta anterior sería el más adecuado. Asimismo, serviría para animar a su compañero, ya que daría a entender que lo sucedido no había sido tomado con humor, sino que había servido de aprendizaje.

Decidida y sigilosamente, se dirige entonces a la siguiente puerta, y siguiendo los pasos de su compañero, le da un fuerte golpe. Sin embargo, debido al mal estado y putrefacción de la misma, ésta simplemente se agrieta, atorando la pierna del héroe. Envuelto en un súbito ataque de nervios, nuestro justiciero se encuentra con la pierna atrapada en la deshecha puerta, exponiéndolo peligrosamente a cualquier amenaza que en la habitación se encontrase. Afortunadamente, gracias a la agilidad adquirida tras años de eludir deudas y sortear cancelaciones de servicios por mora, logra escaparse con destreza del inesperado atascamiento para encontrarse con que el cuarto se encuentra completamente vacío, a excepción de un extraño, desubicado y falto de contexto espantapájaros con cara de póker.

La situación se torna un tanto confusa, y los héroes se encuentran totalmente desorientados.
¿A qué extraño lugar fueron a parar? - Se preguntan ambos.
Tal como el rubio de remera verde se había encargado de animar a su compañero tras su desilusionante actuación, el morocho de morado se toma el mismo trabajo para con él. Después de todo, no es la idea competir por quién hace el mejor trabajo ni quién lo realiza con mas seriedad y profesionalismo, sino todo lo contrario; Averiguar de una buena vez y por todas, dónde se encuentra y quién posee el ordenador extraviado que los conducirá a solucionar la crisis global. No obstante, insatisfecho con los resultados obtenidos hasta el momento y sin perder ni un valioso segundo, Macman se dirige instantáneamente hacia la siguiente puerta.
Así como a medida que el dúo avanza por el tétrico corredor, destrozando y tirando puertas a su paso, las probabilidades de encontrar la pc van disminuyendo mientras que las de toparse con el enemigo cara a cara van aumentando paso a paso. Del mismo modo van desapareciendo la cautela y la precaución a medida que la impaciencia se va a apoderando de estos personajes, dado el tiempo que apremia y los resultados que no aparecen.
Por esto, y sin más preámbulos, Macman se dirige hacia la siguiente puerta, la tira abajo y se encuentra con otra increíble sorpresa, lo que refleja claramente en su rostro, llamando la atención de su compañero. El desconcierto es mutuo entonces cuando ambos héroes se encuentran nuevamente contemplando una habitación casi completamente vacía. No obstante, como si alguien estuviese esperando la visita de estos protagonistas para ridiculizarlos, en aquel cuarto se encontraba un televisor encendido, transmitiendo un antiguo partido de futbol. Desorientado y algo enfurecido, Bobin prosigue con el derribamiento de puertas, sin siquiera emitir sonido o comentario alguno acerca de lo extraño de la situación, de lo escalofriante del lugar, y de lo pobremente ambientado que estaba el decorado.




En este angustiante momento, el enmascarado más corpulento camina lentamente por la galería, sabiendo que sólo dos puertas los separan del fracaso total, y de perder la única pista hasta el momento disponible para resolver el misterio.

En cuestión de segundos, la anteúltima puerta se desploma violentamente. Al disiparse la espesa nube de polvo provocada por el golpe, y tras descubrir lo que aquella pieza alberga, ambos justicieros se convencen que algo no está bien allí adentro. Algo huele demasiado mal. Evidentemente alguien los estaba esperando, y al parecer, con la única intensión de mofarse de ellos.
Sea quien sea quien esté detrás de este rebuscado y perverso plan para hackear el entretenimiento global, parece tener planeado hasta el último detalle, y no va a dejar que lo encuentren tan fácilmente.

Este disparejo equipo de justicieros anónimos debe buscar cuanto antes la forma de adelantarse a quien parece estar siempre un paso adelante, antes de que sea demasiado tarde.

¿Qué habrán encontrado los héroes tras aquella puerta?

¿Encontrarán lo que buscan tras la última puerta? 

¿Hallarán acaso una nueva burla? ¿Una trampa quizás?

¿Mejorará el animador las animaciones, o seguirán pareciendo hechas por un alumno de preescolar?


No te pierdas el desenlace de este atrapante capítulo




Y recordá que Macman necesita tu apoyo. Dejá tu comentario, bueno o malo. Tu consejo, tu burla, tu crítica constructiva o destructiva. Dejále mensajes a algún amigo en su cumpleaños o muchas puteadas y blasfemias para tu jefe, ex-pareja o suegra. Toda señal de sociabilidad puede ayudar a nuestro héroe favorito a seguir remándola... 

¡Animate! ¡Se parte de este fenómeno mundial!






#MacManOficial

MacMan • Amenaza Global • Capítulo 4


El sol comienza a presumir lentamente su tibia luz en lo que parece un cotidiano día en MalosAires, cuando por sus calles, la tranquilidad se ve súbitamente interrumpida por una peligrosa persecución a alta velocidad. La misteriosa amenaza que azota al mundo entero sigue impunemente su curso mientras que MacMan y Bobin dan origen a la investigación que intentará detenerla, persiguiendo en este caso la única pista que los puede conducir al éxito.




Un misterioso encapuchado se escapa con el ordenador que les permitiría a nuestros héroes resolver el caso que pone en peligro a un mundialmente conocido portal de entretenimiento online, a base del streaming de videos. De salirse con la suya, quien estuviese detrás de tan maléfico plan lograría dejar aburrido a más del noventa porciento de la población mundial, llevando así a la humanidad al borde de un colapso social, al punto de lograr la extinción del ser humano.

Afortunadamente, la peligrosa persecución es llevada hacía una desértica ruta, lejos de la concentración de gente a la que MalosAires nos tiene acostumbrados, evitando de esta forma que desgraciados e irreparables accidentes formen parte de las tragedias con las que ya de por sí esta crisis global nos tiene amenazados.


Por otra parte, el hecho de perseguir al sospechoso en medio de un desolado paisaje, facilita sustancialmente el trabajo del animador, quien se encarga no sólo de relatar los terribles acontecimientos, intentando dar un tono más dramático a tan desopilante aventura, sino también de animarlos, compaginarlos, hacer las voces de todos los personajes que en ellos intervienen, sincronizar el audio con la imagen, etc.

Con una barata, aunque pegadiza, melodía de fondo, se encuentran entonces Macman y Bobin acelerando a fondo, en medio de la nada misma, tras el anónimo malviviente que consigo lleva la única pista disponible para continuar la investigación.


Sin causar ningún lamentable accidente y al mando de su moderno automóvil, el morocho enmascarado logra sortear con facilidad algunos inesperados obstáculos que se van presentando a lo largo del camino, aunque su habilidad al volante y la potencia de su motor parecen no ser suficientes para alcanzar al sospechoso, quien lentamente aumenta la distancia entre ambos vehículos para desaparecer impunemente en el horizonte.
Completamente negado a rendirse tan fácilmente, Bobin le pide a su nuevo compañero que tome nota de la patente del enemigo, para poder luego rastrearlo o buscar cualquier información de utilidad con respecto a ese móvil.
Inmediatamente, Macman le hace notar que la distancia entre ambos vehículos es demasiado grande como para poder identificar con claridad los datos del auto en cuestión. Sin embargo el siempre preparado conductor le informa que si inspecciona la guantera, hallará unos prismáticos que pueden serle de mucha utilidad.

Claramente familiarizado con el vocabulario investigacional, el rubio de antifaz celeste comienza a revolver los tantos instrumentos profesionales y de precisión que en aquel compartimiento se encuentran, muchos de los cuales no tiene la menor idea de la función para la que habían sido diseñados. 




-Quizás en otro momento me ponga a investigar toda esta nueva tecnología - piensa el desinformado personaje mientras revuelve aquellos aparatos.
-¿Quién guarda todas estas porquerías tan caras, en la guantera sin llave de un auto descapotado? - se pregunta intrigado, combatiendo quizás una crisis nerviosa producto de unos largavistas que no aparecen mientras que la clave para resolver tan importante misterio se escurre de sus manos.

Para su tranquilidad, al menos por el momento, dichos prismáticos aparecen, y sin perder un segundo Macman hace uso de los mismos. Lamentablemente sin suerte, el sospechoso se encuentra ya fuera de su alcance, y la oportunidad de rastrear aquel móvil se desvanece.
Negados a darse por vencidos, los héroes se encuentran entonces perdidos, en busca de alguna buena idea para seguir el rastro del sospechoso que acaba de huir. La tensión aumenta exponencialmente a medida que trascurren los interminables segundos sin que algún destello de esperanza se haga presente, pero gracias a la profesionalidad con que ambos deciden tomar la situación, y a pesar de la fría rivalidad que los envuelve, estos personajes mantienen la calma y la mente enfocada en una meta en común, en lugar de culparse el uno al otro por la falta de resultados.
Finalmente, unos pocos kilómetros más adelante, sin que la paciencia ni la inteligencia se vean envueltas, de pura suerte y exclusiva casualidad, este dúo justiciero se encuentra con una sorpresa a un lado de la ruta, la cual les brinda una nueva oportunidad para retomar la investigación y resolver este misterioso caso que pone en peligro el futuro del entretenimiento mundial.

¿Con qué pista se habrán topado estos personajes?


¿Podrán encaminarse nuevamente en la investigación antes que sea demasiado tarde?


¿Por qué todos los capítulos de ésta intrigante historia terminan con una serie de preguntas?


Mirá el desenlace del cuarto capítulo de esta apasionante aventura...








#MacManOficial

martes, 27 de junio de 2017

MacMan • Amenaza Global • Capítulo 3



Tras el desafortunado incidente en el autobús, Macman se dirige corriendo a la escena del crimen, gracias a las indicaciones de un civil que en bicicleta circula por la calle.

Minutos más tarde, algo agitado por el inesperado ejercicio, el héroe llega finalmente a su destino, donde sorpresivamente se encuentra esperándolo un misterioso sujeto. Se trata de un payasesco personaje, de tez trigueña, cara ovalada, ojos achinados, y un tanto excedido de peso. Con un look aburridamente reiterado en el medio, este individuo luce lo que parece ser una malla de cuerpo entero, completamente adherida al mismo, de un opaco y apagado violeta. Casi podría adivinarse que el sujeto prefirió pintarse la ropa antes que ponérsela. De un violeta más fuerte y chillón usa sus guantes, botas y el calzoncillo, el cual lleva por encima de la ropa. Dejando a un lado la combinación de colores, un antifaz verde sobre la mirada oculta parcialmente su rostro.

Al presentarse como "Bobin", este ridículo individuo de voz irritante se jacta de llevar el título de superhéroe, y asegura ser quien liderará la investigación a la que Macman fue designado, dando inmediato inicio a una pelea por el poder entre ambos justicieros. El intercambio de ideas y opiniones va elevando su tono, hasta que ambas partes acuerdan que el pleito parece no tener una solución a corto plazo, por lo que congenian en permitir a los ciudadanos que tanto defienden, encargarse con el tiempo de escoger al personaje más importante entre ambos.

Haciendo a un lado sus diferencias y pensando siempre en el bien común, el héroe de remera verde decide retomar el tema que les compete y por el cual se encuentran reunidos.

Si la información suministrada por el tal Bobin es correcta, un ordenador de escritorio había sido encontrado hace instantes en pleno Cabildo y Congreso, en ejecución de un software sospechoso, el cual, tras una breve pericia, se descubrió intentaba hackear y desmantelar una importantísima plataforma popular dedicada al streaming de video online.

¿Por qué lo hacía? Se desconoce...
¿Quién está detrás de semejante acto terrorista? Es aún un misterio...
¿Cuál será el verdadero objetivo tras el atentado? Distintas hipótesis están siendo evaluadas.
¿Qué hacia una pc de escritorio, con mesita y todo, expuesta en la mitad de la calle, y por qué nadie se la afanó? Raro. Muy raro. Es por estos y muchos interrogantes más, que Macman fue designado a tomar cartas en el asunto.

Si bien la terminología informática no es lo suyo, Macman escucha atentamente los datos que se muevo compañero le brinda, aunque sospeche que el engreído sujeto se encuentre hablando de forma rebuscada y compleja tan solo para desmerecerlo, y así ganar importancia en el caso. Aunque, de hecho, el héroe tampoco se familiariza todavía con ningún tipo de terminología específica del ámbito de las investigaciones, dado que su presencia en el rubro es aún muy corta.

Sin siquiera darle tiempo a ofrecer su opinión, Bobin sugiere con firmeza y convicción llevar el ordenador al laboratorio informático, para comenzar un exhaustivo y profundo análisis del mismo.
¿Quién usa el término "ordenador" hoy en día? se pregunta Macman, al parecer más concentrado en descubrir la personalidad de su nuevo compañero que en lo que el mismo se encuentra sugiriendo. En un intento de contribuir al caso, el enmascarado de verde y azul decide hacer uso de la computadora encontrada, acto que enfurece a su compañero, quien piensa que tal acción puede interferir con la investigación. La tensión en la relación se pone en evidencia, cuando el héroe de calzas violetas dicta cátedra de criminología con aires de grandeza.
Afortunadamente, Macman entiende que tales discusiones no llevan a ningún lado, y asuntos mas importantes requieren de la atención de ambos como equipo, por lo que desestima la soberbia de su altanero compañero, y acepta su idea de llevar aquella prueba al laboratorio.
Habiendo salido sin más que lo puesto, y algunas monedas para el bondi, Macman se lamenta de no disponer al menos de un buen teléfono, moderno y funcional, para poder presumir ante la competencia y participar de la investigación. Es entonces Bobin quien nuevamente toma el control de la situación y se encarga de llamar al laboratorio informático para poner al corriente a los técnicos. La llamada es breve y concisa. Gracias a lo que parece ser un diminuto y moderno celular, Bobin informa las novedades al laboratorio y solicita su asistencia, mientras que el inequipado héroe presta especial atención a la escueta conversación que mantiene su morocho par con los técnicos, para no perder detalle alguno de lo sucedido.




Una vez acordados los pasos a seguir, los encargados de resolver tan importante misterio deben ocuparse de trasladar el sospechoso ordenador al cuartel general, donde los especialistas en informática se encargarán de realizar una minuciosa inspección del equipo. 
Dada la falta de movilidad propia del rubio enmascarado, éste pretende acordar con su compañero la forma de trasladar el ordenador. Dado que su ubicación actual dificulta el desplazo hacia el cuartel general por medio de un único medio de transporte público, el desfavorecido héroe propone una combinación de colectivos, o bien hacerlo a pie. Intentando no hacer ningún comentario agresivo ni prejuicioso con respecto a las opciones humildemente provistas por su precario colega, Bobin propone utilizar su propio automóvil para llevar a cabo el viaje. La idea es bienvenida por Macman, quien termina ahorrando esfuerzo y dinero con dicha alternativa.
Mediante un sofisticado, moderno e inverosímil sistema de comunicación y posicionamiento global, Bobin logra movilizar de forma remota su vehículo para que el mismo se desplace de forma automática y destripulada hacia su exacta ubicación. Semejante despliegue de tecnología y excentricidad llaman la atención del indigente justiciero, quien lucha internamente por decidir si sentirse motivado por los lujos que podrían llegar a esperarle en su nueva carrera como héroe, o si simplemente frustrarse e inundarse de envidia por lo lejos que ese mundo parece estar.
Lamentablemente, no es momento oportuno para reflexionar sobre la vida y replantearse decisiones tomadas. El mundo entero enfrenta una inminente crisis global, lo que amerita la inmediata atención de estos defensores anónimos.
Es por esto que sin entrar en debate por el tipo de motor del auto, si es naftero o gasolero, el consumo en ciudad y en ruta, si tiene caja manual o automática, si se justifica el nivel de contaminación ambiental de semejante potencia o si habría que ir pensando en un vehículo híbrido, o por qué a Bobin se le proporciona movilidad de última generación mientras que a Macman ni se le recarga la Sube, ambos compañeros de investigación se disponen a subir a su vehículo la única pista que poseen, para así continuar recolectando información del caso.
Pero es entonces cuando un sospechoso sujeto se hace súbitamente presente para poner inesperadamente en jaque la investigación.
¿Quién será ese misterioso individuo? ¿Cómo habrá logrado entorpecer la investigación? ¿Lograrán los héroes hacer a un lado sus evidentes diferencias en pos de resolver este misterioso caso?
El mundo está en peligro, y necesita la ayuda de Macman, pero él no puede hacerlo todo sólo; necesita de tu ayuda. ¿Cómo hacerlo? Muy fácil. Seguí de cerca el caso, presta atención a los detalles, participá, comentá, compartí y difundí. Suscribite y seguilo en sus redes sociales. Entre todos, podemos aportar valiosa información que se escape a la vista de este despistado, compulsivo, inexperto y económicamente desfavorecido héroe. Ya llegará el momento en que nuestro aporte sea indispensable.
El mundo necesita a Macman...

Macman te necesita a vos...

¡El Mundo Te Necesita!

Mira como termina el tercer capítulo de esta apasionante aventura...




#MacManOficial

MacMan • Amenaza Global • Capítulo 2


El insoportable calor no da tregua en las desérticas calles de la ciudad, en una madrugada en la que los despertadores de los incansables trabajadores del pueblo comienzan a sonar, dando inicio a un nuevo día en Malosaires. Para algunos, quizás un nuevo rutinario y monótono amanecer, más lejos están de conocer, el peligro que los asecha.


Afortunadamente, nuestro emergente héroe se encuentra ya en camino a hacerle frente a la situación, con decisión y convicción, en el 351, ramal Escobear, el que va todo derecho por la autopista Pascual Payaso.

Así como las instrucciones recibidas lo pidieron, Macman se dirige sin preguntas a lo que parece ser la escena del crimen, para iniciar la investigación.


Si bien al salir del cuartel general secreto hace tan solo unos minutos, el enmascarado enganchó justo el colectivo que lo dejaría a unas pocas cuadras de la escena donde ocurrió el siniestro, el viaje es largo, y el justiciero se encarga día tras día no sólo de combatir el crimen, sino también de luchar contra las oscuras fuerzas del gasto fijo y los demoníacos impuestos. Ambas batallas le dejan pocas horas de descanso, así como por demás estrés, nervios, desilusiones, fatiga y cansancio físico. Semejante equipaje acompaña al héroe constantemente, a donde quiera que vaya, incluyendo el viaje en cuestión.


A las circunstancias se suma el suave y continuo vaivén del medio de transporte, sacudiéndose al compás de deterioradas y maltratadas calles, lo que termina por rendir a nuestro héroe en un fugaz sueño pasajero, al tiempo que una agradable señora mayor de movilidad reducida, se incorpora a la tripulación, quien lentamente camina hacia donde el enmascarado recupera fuerzas y acomoda ideas.

El episodio es malinterpretado por otro pasajero, que lejos de cederle su asiento a la dama, acusa al héroe de fingir su somnolencia para asegurar un viaje más confortable y placentero.

Dichas calumnias dan inicio a un tenso intercambio de subjetivas opiniones e innecesarias blasfemias, las cuales cesan gracias a la paciencia del justiciero quien, si bien arde en deseos de darle su merecido al chismoso pasajero botón, reconoce que el pleito puede ser evitado, habiendo cuestiones más urgentes a las cuales dedicar el esfuerzo, y aceptando la innegable realidad de que la señora mayor apreciaría más un asiento libre que una ridícula disputa de virilidad y testosterona.




La agradable anciana reconoce el cortés gesto por parte del caballero enmascarado, por lo que decide equivocadamente retribuir el favor con una agradable y distendida conversación, la cual no es tan bien recibida como lo esperado; el mal humor y la bronca recientemente engullidos y reprimidos, no hacen del madrugador héroe un receptor caballerezco, amable y sutil para entablar un diálogo frívolo y trivial.

Tras algunas incómodas preguntas y forzadas respuestas, lejos de tranquilizar el ambiente del viaje, la sufrida conversación entre la anciana y Macman se ve abruptamente interrumpida por la desafortunada aparición de un desagradable malviviente, quien pretende hacerse de las pertenencias más valiosas de los inocentes pasajeros.

Sin restarle importancia al asunto, nuestro héroe es consciente de que aquella situación no debe interponerse a su actual misión; La inmediata detención del hampón incurriría en una extensa burocracia, consumiendo valioso tiempo y recursos que apremian, mientras que la falta de acción por su parte alimentaría la voraz injusticia que reina en las peligrosas calles de su querida ciudad.

Entre la espada y la pared, el enmascarado justiciero dispone de tan solo segundos para tomar una decisión

¿Se saldrá el hampón con la suya?
¿ Llegará Macman a tiempo a su destino?
¿Llegará a pagar el saldo total de su tarjeta a fin de mes?

Mirá el segundo capítulo de esta apasionante aventura...




#MacManOficial


lunes, 26 de junio de 2017

MacMan • Amenaza Global • Capítulo 1



Una insoportablemente calurosa noche agobia la ciudad de Malosaires. La humedad en el ambiente alcanza el 120%, el viento parece haber desaparecido de la faz de la tierra, y la luna parece estar irradiando más calor que el mismísimo sol. 

En el silencio de la noche, mientras los acondicionadores de aire colapsan los transformadores eléctricos en las calles y las cucarachas salen a la superficie a morir sofocadas por las temperaturas, una brillante luz se deja ver en el oscuro cielo, cuyo reflejo en las nubes representa al grito desesperado de ayuda de una población temerosa, que exige la presencia y acción inmediata de quien más los representa y defiende. Ese potente haz de luz plasma una insignia en las alturas, allí donde el cielo se mezcla con lo que detrás esconde. En el centro de la insignia, la letra con la que la ayuda se torna icónica. Quién decidió encender esa luz, no se sabe. Quién instaló ese potente y extravagante reflector en la azotea de su departamento, es un misterio. ¿Quién se encarga del mantenimiento de aquel equipamiento? ¿Quién cambiará el foquito cuando éste se haya quemado? ¿Quién mantiene limpio el cristal?


Toda esa información debe estar asentada en algún libro contable. Lo que sí sabemos es que su reflejo en el cielo es símbolo de que una nueva crisis mundial asoma sus despiadados tentáculos, y la sociedad lo llama a él, su nuevo protector. Mientras tanto, en lo que esta insignia irrumpe en la noche, dando cuenta de una inminente crisis global que la sociedad aún desconoce, nuestro héroe se encuentra roncando desagradablemente en la incomodidad de su precario hogar, como el ordinario civil que es, tras una larga jornada laboral más, de un largo y devastador año de desidia. Inmerso en el más profundo y plácido sueño, este personaje ignora por completo la señal flotante que lo invoca, por lo que, con impaciencia, tras la falta de respuesta del popular justiciero, y dada la urgencia que apremia el asunto, una señal de refuerzo se hace presente. Un anticuado y obsoleto teléfono interrumpe la monotonía nocturna, cortando súbitamente su pesado sueño, así como su áspero, insoportable y algo artificial ronquido. Furioso por tal desacato, como lo estaría cualquier mortal durante una lamentable experiencia de descanso sustancialmente más corta de lo que la medicina moderna recomienda, este ordinario hombre contesta la llamada, sin siquiera reparar en cortesías.





- ¿Qué? - pregunta irritado y de muy mala gana, tras lo que una voz anónima le indica con autoritarismo que se acerque a la ventana, para observar el cielo. Si bien el recién despierto no se encuentra en el mejor humor, dado el cansancio físico que carga por ser un simple asalariado mal pagado, sumado al estrés de subsistir con más gastos que ingresos, y combatir el crimen durante las noches y feriados para cubrir ese faltante monetario mensual, este frustrado personaje siente que aquel anormal llamado durante la trasnoche puede significar ese cambio que tanto espera en su vida. Lleva ya muchos años amoldándose a una vida rutinaria, la cual ya parece no conducir a ninguna parte. No hace mucho que fue reclutado y aceptado como héroe de la ciudad por una anónima y secreta agencia de superhéroes, trabajo que aceptó en busca de un rotundo giro en su monótona, aburrida y triste vida, y el cual parece querer presentarse. Obedeciendo a su corazonada, sigue las indicaciones recibidas sin siquiera cuestionarlas, para entonces descubrir con asombro que, a través de la ventana de su baño, se alcanza a divisar en el horizonte cósmico el pedido de auxilio con su insignia en él. Y aunque con un tono algo artificial, y con una seguridad y confianza que ni él mismo se cree, pero con actitud positiva y predispuesta, pronuncia una frase cursi repleta de cliché, al parecer preparada hace tiempo y a la espera del momento justo para ser utilizada.-la ciudad me necesita, es hora de entrar en acción" - se motiva a sí mismo, aunque rezongando como de costumbre contra los problemas de la vida misma y de cómo parece el mismísimo universo buscar siempre la manera de interrumpir sus escasos períodos de descanso. Demostrando entonces la falta de originalidad y presupuesto, este personaje desinteresado por la moda y las apariencias, estrena finalmente su traje de héroe, el cual cuenta con muy pocas y sutiles diferencias con respecto a su habitual y cómoda ropa de entrecasa. El atuendo consta ni más ni menos de su remera favorita, chillona y monótonamente verde; su única Bermuda limpia, azul claro de punta a punta, y sin particular detalle alguno; un cinturón, verde oscuro, meramente decorativo, dado que no sostiene absolutamente nada; botas y guantes haciendo juego, visualmente anti estéticos y tácticamente incomodísimos; y así como lo demanda la asociación mundial de superhéroes estereotipados, un antifaz, también haciendo juego con los guantes y la bermuda, aparentemente casero y sin mucho esfuerzo, aunque muy útil a la hora de ocultar las cejas, quedando prácticamente irreconocible. Ya lookeado para la ocasión, se dirige de inmediato hacia la azotea en la que el llamado luminoso tiene su origen, para encontrar allí una detallada nota en la que se explica claramente el preocupante problema que en esta ocasión amenaza la paz global, y las instrucciones a nuestro héroe para impedirlo.


¿Cuál será dicho conflicto? 


¿Cuál será el deber de este novato y popular superhéroe experimental? 


¿Estará a la altura de la situación?

Mirá el primer capítulo  de esta apasionante aventura!


 MacMan - Episodio 1




#MacManOficial




¿Y MacMan ?

¡Hola máquinas! ¿Cómo andan después de tanto tiempo? Aquí me encuentro nuevamente sentado frente a mi humilde PC reencontrándome con las...